La pandemia de COVID-19, que se originó en Wuhan, China y se detectó por primera vez en diciembre de 2019, ha destacado la importancia de procedimientos efectivos de esterilización. Uno de los métodos que está ganando popularidad es la esterilización ultravioleta. La desinfección por radiación ultravioleta, utiliza el poder de los rayos ultravioleta para eliminar patógenos y microorganismos dañinos.

¿Qué es la esterilización ultravioleta?

La esterilización ultravioleta es un método ampliamente utilizado para desactivar microorganismos exponiéndolos a luz UV. Esta luz daña el material genético de bacterias, virus y otros patógenos, lo que les impide reproducirse y causar infecciones. Debido a que no requiere el uso de productos químicos y no deja residuos, la esterilización UV es una solución eficaz y eficiente para la desinfección en diversas industrias y entornos.

La luz UV-C utilizada en este proceso tiene una longitud de onda entre 200 y 280 nanómetros, lo cual es capaz de penetrar las paredes celulares de los microorganismos. Esto causa una interrupción en su ADN o ARN, desactivándolos eficazmente. Los dispositivos de esterilización ultravioleta generalmente contienen lámparas o LED UV que emiten luz UV-C, lo que los convierte en una herramienta eficaz incluso contra bacterias resistentes a los medicamentos y otros patógenos.

La esterilización UV ofrece una serie de ventajas, incluyendo una desinfección minuciosa que llega a todas las áreas expuestas. Esto la convierte en una opción versátil y eficaz para prevenir la propagación de infecciones. Además, el uso de luz UV para la desinfección es libre de químicos y, por lo tanto, seguro y respetuoso con el medioambiente. Además, es una solución rápida y eficiente, con muchos dispositivos capaces de eliminar patógenos en cuestión de segundos o minutos.