La radiación ultravioleta y su gran capacidad de desinfección

Desde hace años, y especialmente en tiempos de pandemia, el método de desinfección por radiación ultravioleta (UV) ha cumplido un rol fundamental en la sociedad.

Se trata de un método de muy baja contaminación y cuya aplicación es mucho más fácil de realizar que otros de naturaleza química. ¿Quieres saber cuán eficaz es?

¿Qué es y cómo funciona el proceso de desinfección por radiación UV?

El proceso de desinfección mediante radiación UV se debe a que este tipo de luz, invisible al ojo humano, tiene la capacidad de causar daños físicos irremediables en los microorganismos bacterianos y virus gracias a su propio proceso fotoquímico.

Funciona de modo que solo basta con exponer una superficie a esta radiación UV para que la desinfección de la misma comience a actuar, eliminando de esta forma cualquier microorganismo que esté allí presente, indiferentemente de si es perjudicial o no.

Desde la aparición del Covid-19 se ha estado implementando con gran frecuencia, principalmente en transportes públicos, ascensores, ambulancias, instrumentos médicos y demás medios o herramientas de uso constante.

Una de las grandes ventajas de la desinfección mediante radiación UV es que no causa efectos secundarios, pues no deja residuos químicos de ningún tipo ni algún subproducto cancerígeno perjudicial para los humanos.

Por último, cabe destacar que tiene un porcentaje de eficiencia media del 99,9%, lo que la convierte en uno de los métodos más efectivos para la desinfección de superficies sin causar contaminación, razón por la cual se emplea con mucha frecuencia para la desinfección de grandes depósitos de agua potable.